miércoles, 13 de junio de 2012

Fe de erratas.

Confieso que me gusta documentarme hasta para el trabajo más simple. Y si se trata de un proyecto personal me lo tomo realmente en serio, incluso para una simple tira cómica como la de ROGER. Debido al inexistente archivo fotográfico sobre la Edad Media (obvio) y a los escasos tratados fiables sobre la vida y las costumbres de la época (evito usar la Wikipedia), mi proceso de documentación para la tira es lento. Mientras busco voy dibujando. No soy infalible, así que he de disculparme por ciertos errores, a saber: Tanto en la primera viñeta de la primera tira como en la segunda viñeta de la tercera tira, aparecen ventanas acristaladas (no digamos el pequeño farolillo al lado de la puerta principal). Craso error. Según Eduardo Aznar Vallejo, catedrático de Historia Medieval en la universidad La Laguna (Tenerife), en su libro “Vivir en la Edad Media”, el acristalamiento apareció a partir del siglo XIII aunque siempre fue un lujo al alcance de muy pocos. Teniendo en cuenta que la tira se sitúa en el año 1192 d. C. y que el siglo XIII comienza a partir del 1201 d. C., es imposible que las ventanas tengan cristales incluso en las mansiones nobles. Aunque os parezca una tontería, quiero dejar la tira tal y como está con esos errores para recordarme que lo hice mal y esforzarme en las siguientes. A partir de ahora en lugar de cristales cubriré las ventanas con madera, telas enceradas o delgados cueros.
Si en las siguientes tiras alguno de vosotros, queridos lectores, se percata de algún otro fallo, os ruego que os pongáis en contacto conmigo y me lo hagáis saber. La ignorancia no es ninguna virtud.